
Redazione RHC : 11 noviembre 2025 21:08
Las vulnerabilidades de día cero representan uno de los mayores riesgos de ciberseguridad para las organizaciones. Se trata de vulnerabilidades desconocidas y sin parchear que los atacantes explotan para penetrar en los sistemas informáticos y comprometer la seguridad de los datos.
En este artículo, exploraremos las vulnerabilidades de día cero, cómo se descubren, cómo las explotan los hackers, su mercado y las mejores prácticas para prevenir y mitigar estos ataques.

Una vulnerabilidad de día cero es una vulnerabilidad de seguridad informática en un software, un sistema operativo o una aplicación, desconocida para el fabricante, los usuarios y los expertos en seguridad. Esto significa que los desarrolladores aún no han tenido tiempo de identificarla ni corregirla, por lo que no existe ningún parche ni actualización de seguridad disponible para proteger el sistema.
Los atacantes pueden aprovechar una vulnerabilidad de día cero para obtener acceso no autorizado a un sistema, ejecutar código malicioso, instalar malware, robar información o comprometer la seguridad de los datos. Dado que el fabricante del software desconoce la vulnerabilidad, los atacantes pueden explotarla sin ser detectados y sin que el software o el sistema operativo puedan defenderse.
Las vulnerabilidades de día cero pueden ser descubiertas por investigadores de seguridad, hackers éticos o ciberdelincuentes y pueden utilizarse para llevar a cabo ataques altamente dirigidos contra organizaciones específicas o un amplio público de usuarios. Dado que no existe una solución inmediata para corregir las vulnerabilidades de día cero, las organizaciones se enfrentan a una amenaza de seguridad potencialmente crítica.

Las vulnerabilidades de día cero pueden descubrirse de diversas maneras. En algunos casos, se descubren accidentalmente o por casualidad por expertos en seguridad o usuarios finales. Sin embargo, la mayoría de las vulnerabilidades de día cero se descubren mediante técnicas de investigación aplicadas por expertos en ciberseguridad e investigadores independientes.
Estos expertos emplean una combinación de técnicas automatizadas y manuales para analizar el código del software y del sistema operativo, con el fin de identificar vulnerabilidades de seguridad. Los investigadores de seguridad también pueden utilizar técnicas de fuzzing, que consisten en generar entradas aleatorias para el software y luego analizar su comportamiento para identificar errores o comportamientos anómalos.
Además, los investigadores de seguridad pueden utilizar programas de recompensas por errores, en los que los desarrolladores de software pagan a expertos en seguridad para que identifiquen e informen sobre vulnerabilidades en sus productos. Estos programas pueden incentivar a los expertos en seguridad a invertir tiempo y recursos en la búsqueda de vulnerabilidades de día cero.
Es importante destacar que los ciberdelincuentes también pueden usar las mismas técnicas de investigación para identificar vulnerabilidades de día cero y explotarlas con fines maliciosos. Por lo tanto, los expertos en ciberseguridad y los investigadores independientes deben respetar los principios de la ética profesional y seguir los procedimientos de divulgación responsable para garantizar que las vulnerabilidades descubiertas se notifiquen a los proveedores de software y se corrijan antes de que los atacantes las exploten.

Las vulnerabilidades de día cero pueden divulgarse a la comunidad de diversas maneras, cada una con sus propias ventajas y desventajas. Estos son los principales tipos de divulgación de vulnerabilidades de día cero:
En resumen, las vulnerabilidades de día cero pueden divulgarse de diversas maneras. La divulgación responsable se considera generalmente la mejor opción, ya que permite al proveedor de software corregir la vulnerabilidad antes de que los atacantes la exploten y a la comunidad informática actualizar los sistemas antes de que sean explotados.
Sin embargo, existen casos en los que la divulgación pública o a terceros puede estar justificada, como cuando el fabricante del software no actúa con prontitud para corregir la vulnerabilidad, tal vez después de meses y meses de recordatorios para que corrija el fallo de seguridad previamente informado.

La reventa de vulnerabilidades de día cero a intermediarios especializados es un fenómeno que se ha desarrollado en los últimos años y ha suscitado diversas preocupaciones en materia de ciberseguridad. Un intermediario de vulnerabilidades de día cero es un actor que adquiere dichas vulnerabilidades de investigadores de seguridad (cazadores de errores) u otros proveedores y las revende a clientes como gobiernos, servicios de inteligencia y empresas de ciberseguridad.
La compraventa de vulnerabilidades de día cero se ha convertido en un mercado muy lucrativo, ya que estas vulnerabilidades pueden utilizarse para atacar sistemas informáticos y comprometer la seguridad de los datos.
Uno de los casos más conocidos de vulnerabilidades de día cero es el software de vigilancia Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group. Varios gobiernos han utilizado Pegasus para espiar a periodistas, activistas y otros objetivos sensibles. El software emplea una combinación de técnicas de ingeniería social y vulnerabilidades de día cero para acceder a los dispositivos de los usuarios y recopilar información confidencial. Las vulnerabilidades utilizadas por Pegasus se adquirieron a través de intermediarios especializados en vulnerabilidades de día cero y no se divulgaron al público ni a los proveedores de software.
El uso de vulnerabilidades de día cero en sistemas de inteligencia como Pegasus ha generado diversas preocupaciones sobre ciberseguridad y privacidad del usuario. Estas vulnerabilidades pueden utilizarse para atacar dispositivos sin el conocimiento del usuario y sin que los proveedores de software puedan corregirlas. Esto significa que los usuarios pueden ser espiados o su información confidencial robada sin que tengan ninguna defensa.

A lo largo de los años, se han producido varios ataques de gran repercusión que explotaron vulnerabilidades de día cero para comprometer la ciberseguridad de organizaciones y particulares. A continuación, algunos ejemplos de ataques de día cero conocidos:
Ha habido varios ataques de alto perfil que explotaron vulnerabilidades de día cero para comprometer la ciberseguridad, pero prevenir y mitigar los ataques de día cero es muy difícil y requiere una combinación de soluciones de seguridad técnicas y buenas prácticas de seguridad corporativas.

Prevenir los ataques de día cero requiere una combinación de soluciones de seguridad técnicas y buenas prácticas empresariales. A continuación, se presentan algunas de las mejores prácticas para prevenir y mitigar los ataques de día cero:
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